No puedo dejar pasar “el día después de” sin decir que he tenido ayer un hermoso cumpleaños. En primer lugar he elegido este ramo para acompañar esta entrada, no solo en agradecimiento a quien las envió, sino porque cada uno de los que están en mi vida son flores. Empezando por mis hijos que siempre están y que me recuerdan con el solo hecho de existir que siempre todo valió la pena. A mis amigos (familia por adopción en este pueblo) A los que ya no están pero que siguen en el corazón y en el recuerdo A quienes aún a la distancia nunca dejaron de estar a mi lado en las malas. Las flores de ese ramo son como los que amo, diferentes con distintos “olores” y al juntarlos en mi corazón forman eso que se ve un hermoso bouquet que alegra la vida y renueva las ganas…

Cette fenêtre ne s’ouvrira plus…Tu vas nous manquer beaucoup
This little window will never be opened again.We will all miss you .

Y el jazmín de olor super dulce y penetrante explotó de nuevo sin pedir permiso como cada primavera, y entonces entendí lo que Pipi me explicó sobre las cuatro estaciones.
Los grataegus se llenaron de flores blancas como azahares que luego se tranformarán en bolitas rojas que hacen la delicia de los pájaros que visitan mi jardín.
Nuevamente me animé a plantar gasañas, pero esta vez no todas iguales sino con algún toque de otro color, tal vez porque la vida es constantemente eso volver a empezar y de vez en cuando ponerle un toque de color. La huerta arranca de cero nuevamente y con suerte otra vez me mostrará lo generosa que es la tierra con solo acordarnos de vez en cuando de ella…