Wednesday, February 15, 2012

Los tiempos cambiaron


Hoy,de pasada hacia el super, fui como tantas veces a tirar la basura.

Llevaba tres tipos,como aquí se recicla y yo me tomo mi tiempo,mientras apoyaba mi mochila en un banco,no pude evitar escuchar el diálogo entre unos estudiantes quinceañeros que estaban sentados en el piso como se estila ahora.

Eran todos estudiantes,esperando entrar al colegio.-Uno de ellos,explicaba a una niñas como se debía fumar un "porro".

Cualquiera diría que mi presencia pudo haberlos incomodado,pero no,lejos de ello,continuaron como si tal cosa.

Mas allá de si es delito o no el consumir,el explicar a otro como hacerlo,debería serlo,pero voy al hecho de que un mayor ya no intimida, no representa ni a un papá,ni una mamá, ni abuelos.-

Tal vez porque la figura de éstos ya esté también "algo devaluada"ante los ojos de los jóvenes.

3 comments:

Susana Terrados said...

Mi querida Clau creo que, hoy en día, a los jovencitos (casi ya desde los 12 años) no les asusta nada ni nadie por lo menos en apariencia.
Mi trabajo está frente a un instituto y ni te imaginas las 2peleas" que tenemos por su constante falta de respeto a la gente y al entorno...¡uf!
Besotes

Man said...

Anteayer, salia del museo Thyssen y caminaba por la acera del Paseo del Prado en Madrid, cuando un numeroso grupo de chicos (12-14 años) bajaba de un autobús para hacer su entrada al museo. Ocupaban toda la acera. Me dirigí a uno de ellos y en diálogo fue algo así:
-Por favor ¿me permitís pasar?
-Por supuesto que sí. Pase usted. Le pido disculpas.
Me volví hacia el muchacho y le dije:
-Muchas gracias, eres muy amable; eso que has dicho es lo correcto. Te felicito.
El muchacho me devolvió una avergonzada sonrisa.
Un rato antes, cuando me disponía a entrar la museo, en la misma acera, tuve que pararme pues un grudo de dos hombres y una espléndida mujer de unos 40 años (todos ellos muy elegantes y de aspecto "pijoprogreintelectualarmaniano") ocupaba, indolentemente, la acera en animada conversación. Tuve que pararme y pedir por favor que dejaran paso (además había a su lado un vado donde podían estar hablando sin interrumpir el paso) La señora, sin ni siquiera mirarme ni interrumpir su conversación, se puso de medio lado y apenas cedió paso en fila india. Me sorprendió la falta de educación y de respeto.
Aunque la excepción confirme la regla, pienso que haciendo bien las cosas, aún hay esperanzas.
Añoro la excelencia de otros tiempos, al menos, en ese aspecto.

El Blog de Clau said...

Aquí cerca de casa hay un par de colegios,y aunque es cierto que hay chicos sumamente amables,y éstos no dudo que también lo sean ya que no ocupaban el paso,sólo se hacían mal a ellos mismos enseñando unos a otros como consumir droga.
Me refiero a que la presencia de un adulto no les hacia bajar el tono de voz,y el término "porro",era tan natural para ellos como si hubiesen estado hablando de la marca de una chocolatada nueva.