Friday, September 21, 2012

Un año más llega el otoño al hemisferio norte,mientras en el sur festejan la llegada de la primavera.-

Al igual que en la foto con predominio de sepias,en la cual vemos hojas caídas,siempre algunos árboles quedan en pié,mostrando su esplendor o al menos sus ganas de seguir viviendo mientras los otros se llaman a un descanso invernal desnudándose.

A los humanos nos sucede absolutamente igual,algunos atraviesan el otoño de sus vidas,y otros decidimos no desprendernos de nuestras hojas,al menos de las invisibles.

Enfrentar la vida sin separaciones cronológicas,nos ayuda a verla desde otro ángulo,el positivo.

Mas allá de las diferencias climáticas que esto implica, y de las actividades que una u otra estación permiten,la vida sigue y esto no es poco.

3 comments:

Susana Terrados said...

¡Qué bonitas palabras, querida Clau! Es verdad, no hay estaciones (estacionales o de edad) que nos diferencien si uno es de mente y corazón abierto. Todas son maravillosas. Un gran beso.

Man said...

To prefiero revivir tantas primaveras como me pueda enamorar;
tantos veranos como pueda ver al mar;
tantos inviernos como leña haya en mi hogar;
y tantos otoños (mas uno) como mis ojos puedan llorar al escuchar la música de un violín, y mi paladar pueda saborear una buena copa de vino.
Y en ese otro otoño que me sobra... marcharme.

Luis Madrigal Tascón said...

Observa, querida Claudia, qué testarudamente romántico es nuestro buen amigo MAN. Te deseo y le deseo todo lo que el anhela. Yo, ya no sé qué decir en cuanto a lo que a él le sobra. Tal vez, parece que sobra, pero en realidad es lo único que falta. Un beso, Claudia. Un abrazo, querido MAN. Luis Madrigal.-