Cuentos del desván-Cuando Dios hizo las almas

Eleonora se cansó de esperar una utopía, después de su viudez y de intentar un amor imposible.Fué así, que una amiga le recomendó inscribirse en esos sitios de búsqueda de pareja.Debía rellenar un formulario y eso generaría un perfil que daría exactamente la persona indicada para ella.Por respeto a su ex,hacía tiempo que desechaba la idea de hacerlo.Pero esa mañana se despertó decidida.Al fin la tecnología debía servirle para algo mas que para su trabajo.Fué así, que poniendo mucho cuidado en completarlo, envió los datos esperando la tan anhelada respuesta.Nunca había creido demasiado en eso, pero no tenía muchas más opciones.A los pocos días había un candidato para ella.Por supuesto que Eleonora se cuidó de elegir un pseudónimo, no quería que algún curioso de su entorno la descubriese.Empezaron a flirtear sin conocerse, parecían el uno para el otro.Se dieron una cita en un bar de una ciudad cercana.Eleonora se preparó para el gran día.El tendría como en las viejas películas de los cicuenta, una flor en la mano.No habían querido enviarse fotos previamente, eso le daría aun más emoción al encuentro.Con paso firme, Eleonora ingresó en el bar,estaba radiante.De repente en una mesa cerca de la ventana, alguien estrujó una flor dentro de su mano.El candidato ideal era su ex, aquel con el cual nada se había concretado nunca, cuando Dios creó las almas había destinado esa para ella, pero ninguno de los dos lo supo ver.