Saturday, June 26, 2010

Cuentos del desván-Xavi

Xavi y Adriana se habían conocido hace algo más de un año, no importa muy bien como.El había sobrepasado largamente los sesenta.Ella, no los había cumplido aún,y además aparentaba bastantes menos.Xavi había vivido solo, supuestamente nunca se habría enamorado.Adriana entretanto, tenía un pasado sembrado de recuerdos,de los cuales le habían quedado dos hijos maravillosos y hasta un amante al que pretendía olvidar.Sin embargo quería encontrar un compañero, alguien con quien compartir proyectos y buenos momentos.Xavi parecía la persona indicada,sumamente noble y dispuesto a ayudar en la medida de sus posibilidades.Tan pulcro,detallista, estructurado, como suelen serlo quienes no han trajinado noches de hijos que a medida crecen, dan preocupaciones que crecen aún más.Un día ante la indecisión de Xavi, Adriana se lo dijo por las claras,Xavi, se apresuró a contestar que amistad si, pero que otra cosa no.Adriana, no tenía muy en claro si la actitud de Xavi se debía a una falta de decisión tal como la que lo había llevado a esa soltería crónica o a un franco desinterés en ella.Así es que, elucubraba distintas teorías al respecto,desde una cierta asexualidad de parte de él,esa gente que no se siente atraida ni por el sexo opuesto ni por el propio,así como muchas más posibilidades.No era del tipo que deja de frecuentar al alguien sin un verdadero motivo.Así es que por más que no estuviese interesado en Adriana, la llamaba a diario.
Un día,la invitó a almorzar a un lugar junto a la playa,él sabía cuanto le gustaban esos paseos junto al Mediterráneo.Cuando llegó la hora del café, ese momento en que uno deja de hablar de cosas triviales para vaciar el alma.
Mientras Xavi miraba como Adriana hacía girar su cuchara displicentemente dentro de la taza,comenzó un largo relato al que nunca se había atrevido antes.Le contó que siendo muy joven, conoció a una mujer de la cual estaba ciegamente enamorado.Tuvieron un niño, él era sumamente felíz,había tocado el cielo con las manos.Un día al regresar de su trabajo,la mujer se había marchado con el niño.Nunca mas supo de ellos, un amigo le contó,que se habrían marchado a América, pero a decir verdad, nunca estuvo seguro del todo.Esa sensación de abondono sin saber el porqué, hicieron que tome un miedo enfermizo a una nueva pérdida.Fué así que nunca mas se atrevió a formar una pareja, la sola idea de ser abandonado nuevamente lo aterraba.Adriana, no se animó a decirle ese día, que su viejo amante había vuelto a proponerle matrimonio y que le había prometido pensarlo.

4 comments:

Anonymous said...

Me gusta este cuento, muy bueno.
Ami parecer le faltan algunos detalles pero, no soy una entendida, solo es mi parecer.
Por cierto el anterior me encantó.
Besos

El Blog de Clau said...

Gracias anamorgana.Aprecio tu opinión,ayuda a crecer, creo q yo tuve la misma sensación cuando lo terminé, como que me quedé solo en el núcleo de la historia.

Cele said...

Pues me temo que nuestro amigo va a seguir solo una temporada, y es que los miedos mejor enterrarlos, no te dejan vivir.
Muy bonito tu cuento amiga y también da para pensar.
Un beso

Mari said...

a mí en cambio me pareció exacto y con dos frases muy acertadas como ...como suelen serlo quienes... y ...la hora del café ese momento...Encontré que al leerlo lo pienso igual pero el escritor lo muestra fácil y conciso