
Este es el espacio,en un rinconcito la Tierra,en ella nuestro continente,en él nuestro país,si seguimos achicando nuestra provincia,después nuestra ciudad y si seguimos acercándonos en esa nave imaginaria encontraremos nuestro barrio.En algún lugar del barrio está nuestra casa,y allí estamos nosotros que como encontramos que todos estos límites que hemos inventado son poca cosa,vivimos pendientes de nuestro reloj y de las actvidades que tenemos o que nos hemos inventado para no estar sin hacer nada.
En algún momento,pretendemos que alguien entre en nuestras vidas,y oh sorpresa,hemos puesto tantos límites y barreras,que realmente no encontramos por cual agujerito negro de ese maravilloso espacio podríamos hacerlos entrar.
Y por mas que le damos vueltas y vueltas,también le hemos puesto límites a las horas de sol o de luna,llamándolos días y noches,y las semanas y los meses y los años.
Y todo ese cúmulo de espacios que hemos creado en nuestro entorno,y de límites,no hacen mas que jugar en nuestra contra a la hora de buscar la felicidad,que en última instancia es lo que todos perseguimos y la razón final por la cual vale la pena nuestra existencia.
Asumo,que me caben las generales de la ley,pero quisiera aprender a vivir un mundo diferente,donde siempre haya un huequito para quien quiera entrar.
Ya tuve bastantes relojes en mi vida,eran mi pasión,y las agendas y las obligaciones.Quiero saber como es un mundo de pies descalzos sobre la arena,dónde la hora la marque una puesta de sol.