Friday, May 08, 2009

Creí ver en tus ojos
el mar azul
y solo era mi deseo de verlo

Creí que podíamos andar juntos
el camino
y solo era mi deseo de andarlo

Te creí fuerte como la roca
piloto de tormentas
y solo era mi deseo de que lo fueses

Me creí felíz para siempre
una vez mas
y sólo era mi deseo de serlo

2 comments:

Luis Madrigal Tascón said...

¡Ay, Claudia...! Muy bonito y, sin duda, muy amargo. Así es, generalmente la vida. Nuestra vida, consiste en "programa" y, por ello, en "quehacer". Y todo quehacér, o ninguno, arroja un resultado. Cuando lo que se ha programado ser, coincide, más o menos exactamente, con lo que se termina siendo, se produce la felicidad.O algo parecido, lo más próximo a ella. Por el contrario, cunado son divergentes, el ser humano se dilacera, se escinde en dos: El que se quiso ser y el que al final se fue. Todo un dilema, Claudia. Pero, no sólo te ocurre a ti, sino a todos. Excelente tu poema. Eres una estupenda poetisa. Un beso. Luis.-

Mariana said...

Amiga:...¡qué bello poema!Sabés.. qué bueno que se formaron en tu alma esos sentimientos...Recuerdo un pensamiento de Gabriel García Márquez: "-Ninguna persona merece tus lágrimas y quien se las merezca, no te hará llorar".
¡Felíz fin de semana! Besotes