Monday, September 26, 2011

El respeto





El otro día entré en una farmacia,y pedí un frasco de respeto.
Me dijeron que no sólo no se vendía,sino que estaba prácticamente agotado el stock.

En efecto,no es algo que se consiga de buenas a primeras,sino que se logra a través de la educación familiar,escolar,y de una sociedad toda.

Esa señora joven que fué a una conferencia sobre la ejecución de cortometrajes la semana pasada,muy orgullosa de su bebé de meses,no estaba teniendo respeto ni por los asistentes que queríamos escuchar,y nos perdimos unos cuantos párrafos,ni por su bebé que no tenía nada que hacer allí, y que hubiese estado mejor en un parque.

Tampoco tiene respeto,la gente sin discapacidad alguna,que ocupa los lugares reservados en el transporte público.

También podríamos recordar al que no frena en los pasos de cebra,poniendo en este caso ya en riego la vida ajena.

Porqué no mencionar,el respeto por la opinión ajena.Que seguramente será distinta,pero salvo que sea sobre una igualdad matemática,casi siempre será discutible.

Podemos así diferenciar dos tipos de respeto creo yo,uno el de las acciones,y otro el de las opiniones,tan necesarios el uno como el otro.

Se me ocurren mil ejemplos,creo que en cuanto a las acciones,tiene mucho que ver con transgredir,"como está prohibido lo hago,o total nadie me ve",en cuanto a las ideas de los demás,pienso que las razones son muchas más,pero en cuanto trato de imponer mi actitud,ya no estoy respetando al otro en su postura.

Yo pertenezco a una generación,en que se decía,"no fumo delante de mis padres por respeto"y eso no era respeto,sino temor a la reacción.
Asumo,que si volvemos sobre los ejemplos anteriores,muchos tal vez se comporten adecuadamente por temor,ya sea a la multa o a la "condena social",y entonces nos costaría mucho diferenciar entre el "temor a" y respeto.

Me parece interesante,comenzar con este tema, una serie de visiones personales,sobre actitudes y sentimientos de la vida,seguramente todos en algún momento lo hemos hecho,aunque sea a media voz.

2 comments:

Luis Madrigal Tascón said...

¡Bravo, Claudia...! Así tendría que ser. Así debe ser. Pero esto que llamamos "la Sociedad", no es un "deber ser", ético y juicioso, sino un perverso "ser". ¡Estoy asqueado! Casi amargado. Yo no soy perfectio, desde luego, pero jamás seré una bestia. Esas repugnantes "pintadas", en cualquier parte (y siempre propiedad ajena de quiénes las embadurnan), me "pintan" a mí del color más negro el alma... Hace unos días, algunos de estos delincuentes, que campan por sus respetos, apedrearon y llenaron de abolladuras y rasponazos mi placa profesional de la calle. Podría haber sido, seguramente con razón, algún cliente, pero no, eran los de siempre. Estas bestias que andan sueltas. ¿Respeto? Qué delicadeza la tuya, querida Claudia. ¡A la cárcel por algún tiempo!. Claro, que ya no debe de haber sitio. Un beso, Claudia. Paciencia. Luis.-

Man said...

La mediocridad ha invadido nuestras aulas y nuestros medios de comunicación.
La falta de profesionalidad y la incompetencia se han sentado en nuestras cátedras y en los escaños.
¡Abajo la Excelencia! ¡Viva la Mediocridad!... parece el grito de guerra de esta generación.
La educación, la urbanidad, el respeto y el buen gusto por lo bello y lo bueno parecen perdidos.
No obstante pienso que toda mediocridad termina cansando hasta a los mediocres, aunque nos va a costar mucho recuperar lo perdido. Construir un edificio cuesta mucho tiempo y dinero, pero destruirlo cuesta poco y... se aprovechan los chatarreros.
Sigamos construyendo y tengamos fe.