Monday, September 06, 2010

Infinito







Decididamente,cuando aprendí en la escuela secundaria,el simbolo de infinito, mi vida dió un vuelco.Necesitaba cosas tangibles.Si bien no podía tocar la luna ni el sol, al menos los veía.
Creo que lo mas parecido que encontré fue el horizonte, pero me lo autoexplicaba, como un hecho geográfico que dependía de nuestra posición.
Todo esto viene a cuento, de que mañana en España comienzan las clases,y que seguramente habrá algún adolescente curioso, que se haga cuestionamientos como los que yo me hacía.

3 comments:

Sor.Cecilia Codina Masachs said...

No se si habran jovenes que piensen como nosotros en nuestro tiempo, las cosa son las mismas pero los portagonistas de la historia han cambiado. hoy ya se formulan pocas preguntas.
Con ternura
sor.cecilia

Susana Terrados said...

Es verdad Clau, en otras épocas solo pensar en la inmensidad del espacio daba vértigo pero ahora eso de viajar a la luna es casi hasta entendible. El infinito sonaba a increible pero ahora casi que le ponen límite. Han cambiado, sin duda las preguntas se hacen otras que, a lo mejor, son más difíciles de contestar.
De todas formas siempre trae recuerdos nostálgicos estas fechas que huelen a cuadernos nuevos, lapiceros, mochilas, ropa escolar...y los compañeros.Besotes.

Man said...

Bueno pues para mi aquellos conceptos eran claros. Cuando un límite tendía a infinito solo tenía que pensar que por mucho que desarrollara aquél límite nunca tendría un valor absoluto sino que crecería hasta la eternidad como el número Pí. Lo mismo me ocurría cuando al dichoso límite le daba por tender a 0.
Lo más jodido era cuando supe que dos lineas paralelas se juntaba en el infinito. Allí ocurrieron dos cosas
A.- Si se juntan aunque sea en el infinito quiere decir que ambas tienen un valor absoluto a partir del cual volverán a separarse para siempre jamas.
B.- Si yo era una de esas lineas y la chica que me gustaba era la otra linea, ¡Menudo aburrimiento sin poder cogernos de la mano y esperar al puñetero infinito para poder darle un besico!.
Ahora esas filosofías no funcionan pero en mi época (que no cambio) eran muy románticas.